Algunos tips o trucos para aprovechar mejor el estudio para esos exámenes de la escuela donde siempre estudiamos mucho y no se nos pega nada.
Estos fueron unas aportaciones por María Jesús Ribas para el blog de Yahoo las cuales todavía falta probar, esperemos sean de verdad sean de utilidad.
Los exámenes son una pesadilla para el estudiante. Siente que le falta tiempo, además de pánico y ansiedad. Ofrecemos algunas soluciones para rendir más, con menor esfuerzo.
Lo mejor es estudiar siempre a las mismas horas y en el mismo lugar, con la habitación ventilada y la ventana abierta de vez en cuando, para que se renueve el aire, ya que el rendimiento del cerebro es sensible al nivel de oxígeno, explica la psicóloga clínica y pedagoga Marichu Hidalgo.
También es aconsejable aislarse de los ruidos, incluida la música sobre todo si es estridente, rápida y cantada, ya que además de aumentar el nerviosismo y la ansiedad, la letra de las canciones se cuela en la mente y puede interferir con las palabras que se intentan asimilar. En todo caso puede acompañarse el estudio con una música muy tranquila, suave y relajante, que no distraiga.
Aunque siempre es preferible estudiar con luz natural, la cual es más relajante y uniforme, si la iluminación es artificial, lo ideal es combinar una luz indirecta que ilumina toda la estancia, con un foco centrado en la mesa, preferiblemente con una bombilla azulada que cansa menos la vista.
Antes de comenzar a estudiar, es conveniente planificar el tiempo de que se dispone hasta el día del examen y dedicar unos minutos en elaborar un calendario y horario de estudio.
Si bien cada persona funciona mejor en determinados momentos del día, debido a sus particulares ritmos biológicos, en general la mejor hora para dedicarla al estudio o cualquier tipo de aprendizaje es la mañana, cuando el cerebro está más receptivo y fresco después del reparador descanso nocturno.
Es preferible reservar para las primeras horas del día los temas de estudios más difíciles, dedicando las tardes al repaso. Salvo casos de emergencia, no es conveniente estudiar de noche, porque en esos momentos todo el organismo está preparado para dormir y descansar.
Tampoco conviene pasarse horas y horas sin moverse de la silla, lo cual entumece el cuerpo y la mente; es mejor realizar pequeños descansos y dar un breve paseo periódicamente, para reactivar la circulación sanguínea, que oxigena el cuerpo y también el cerebro, para recuperar la concentración y la vitalidad.
Lo más adecuado para el aprendizaje de larga duración consiste en estudiar con la espalda recta y las piernas dobladas en ángulo recto, de 45 a 50 minutos y descansar de 5 a 10 minutos, en un entorno con una temperatura de entre 18 y 22 grados centígrados, aconseja la psicóloga y pedagoga.
Como siempre te pedimos puedas comentar si te gusto o si sabes algún otro truco mejor.
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