EL NIÑO DE LOS VAGONES
Atonalisco es un poblado del municipio de Tepic Nayarit, se encuentra a no más de 30 minutos en auto. Atonalisco es una de los pueblos tantos pueblos que atraviesan las vías del tren, este mismo que hace muchos años tuvo su auge como tren de pasajeros, por esto mismo Atonalisco tenía su estación del tren, una estación algo concurrida en su mayoría por gente que se dedicaba al comercio, siento este pueblo un importante exportador de mango y ciruela en la región.
El mango y la ciruela son frutas de temporada y solo en los tiempos de producción los hacendados tenían gente comisionada para tratar, llevar, entregar, supervisar y hacer cualquier trámite relacionado, por esta razón los encargados de estas tareas se alejaban de sus familias y no las veían en meses y era hasta el término de la cosecha de la fruta que estos regresaban a ver a sus familias que los recibían como todos unos reyes.
Pasaron tantas fechas tantas y tantos trenes, pero nunca había pasado ningún incidente, la cosecha de mango se había terminado y los trabajadores que estaban fuera ya regresaban a sus hogares, en las orillas de la ciudad una mujer y su hijo de 8 años se alistaban para ir a recibir al señor de la casa que llegaría a las 6 pm la hora a la que arribaría el tren. Todo parecía normal el tren llegó y muchas familias recibieron a sus papás, hijos, hermanos, etc. que estuvieron fuera, pero el señor que esperaba la mujer y su hijo de 8 años no llegó en ese tren.
Era algo extraño, pensaron, preguntaron a los otros trabajadores si sabían algo de el 'pero ellos solo dijeron que no sabían'. El niño que anteriormente estaba entusiasmado por ver a su padre ahora se encontraba algo consternado pues al siguiente día sería su cumpleaños y su papá ya le había prometido un grandioso regalo al llegar.
La señora y su hijo se fueron a casa, la mujer pensó ir a preguntar a la hacienda de donde era trabajador su esposo, pero como ya había oscurecido se fue a casa para cenar con su hijo y acostarlo a dormir, cuando este estuvo dormido la señora salió rumbo a la hacienda, no era muy lejos pero en esa época no había alumbrado público y ese día no había luna por lo que la noche era muy oscura. Para esto el niño se despertó y al no ver a su madre se preguntó donde iría esta, pero contrario de quedarse a esperarla este salió en su búsqueda creyendo que quizás se había ido a la estación del tren nuevamente a ver lo de su papá
El niño no traía nada con que alumbrar su camino pero recordaba y el camino habitual hacia la estación estaba muy oscuro, por lo que el niño se desvió hacia las vías del tren pues para caminar por ellas hasta llegar a la estación, así fue que caminando llegó justo enfrente de la estación y vió que no había nadie, justamente a esa hora los encargados se habían ido a cenar, el niño recordó nuevamente lo que su papá le había dicho y se puso a llorar, el niño empezaba a sentir sueño y mejor se quizo ir a su casa, así que comenzó a caminar nuevamente por las vías del tren, pensó que su mamá estaría en su casa enojada porque no estaba así que comenzó a correr, pero tropezó y se golpeó la cabeza contra las vías y quedó inconsciente. Mientras tanto la señora llegaba a su casa y se percataba que su hijo no se encontraba en casa, en eso escucho las bocinas de un tren acercándose al pueblo, entonces pensó que quizás su hijo podría estar allá, rápidamente salió de su casa y se fue rumbo a la estación y también tomó el camino de las vías solo que esta se fue por la parte de afuera, este tren era un tren de carga que no hacía parada en el pueblo, la madre siguió caminando apresurada escuchando que el tren se acercaba cada vez más, justo algunos 50 metros antes de llegar a la estación alcanzó a ver el tren acercándose ella todavía no veía que su hijo estaba tirado en las vías, y a medida que ella se acercaba el tren también lo hacía, los trenes son muy pesados y no se pueden parar al instante como los autos, es por eso que aunque el maquinista se percato que había algo tirado en las vías intento detener el tren pero ya era muy tarde, el tren llevaba mucha velocidad, quizás el tren pudo pasarle por encima y haber salido ileso pero justo el niño despertaba del desmayo y algo inestable intento pararse como si estuviera bajo la influencia de algún sedante, fue este instante que la mamá lo alcanzó a ver, y justo así parado el niño no pudo reaccionar solo se volteo hacia el tren y este lo arrolló.
La mamá vió como su hijo había sido arrollado frente a sus ojos, no hubo mucho que decir después de eso, su esposo llegó justo al día siguiente motivo de un retraso laboral, el pueblo estuvo muy consternado, la familia decidió irse del pueblo tiempo después pero cuentan las personas que el niño aun se pasea por la vías y los vagones abandonados esperando y buscando a su papá.
– Esta historia es ficticia escrita por Jhony Alex. 🤖
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